Hace más de 30 años, en el corazón de un pueblo colonial lleno de calles empedradas y fachadas coloridas, nació Manzano Tiles, una empresa familiar dedicada a la creación de azulejos de barro cocido y artesanías tradicionales.

Su fundador el Sr, Jorge Luis Manzano Díaz, era un joven migrante apasionado por el trabajo y por las técnicas ancestrales del trabajo con barro.

Aprendió el oficio desde niño, observando a su padre el Sr. J. Carmen Manzano Jantes, moldear el barro y cocerlo en hornos de leña. Con el tiempo, decidió rescatar esas técnicas casi olvidadas y abrir un pequeño taller en el patio de su casa, junto con su esposa la Sra. Gabriela Espinosa Mejía, quien decoraba cada pieza a mano con pincel fino y pigmentos naturales.

Gracias a la calidad de sus productos y a la calidez con la que trataban a sus clientes, Manzano Tiles comenzó a hacerse un nombre. Pronto, sus azulejos decorativos, llenos de colores vivos y diseños tradicionales, adornaban cocinas, fuentes y patios de todo el país y el extranjero.

Con la llegada de sus hijos, la empresa se transformó.

La segunda generación trajo nuevas ideas: integraron diseños contemporáneos, nuevas técnicas y abrieron una tienda en línea, sin perder la esencia artesanal.

Hoy, con 30 años de historia, Manzano Tiles es símbolo de tradición y arte. Sus azulejos de barro cocido, hechos a mano uno por uno, siguen siendo elaborados con la misma dedicación que Don Jorge enseñó.

Tres generaciones han dejado su huella en cada pieza, y la empresa continúa siendo un puente entre el pasado y el presente, entre lo ancestral y lo contemporáneo.

Más que un negocio, Manzano Tiles es un legado de identidad, amor al arte y compromiso con las raíces y con el patrimonio cultural de la región.